Imagina
un te amo, una disculpa, pedir un favor, disfrutar de una comida con alguien
especial, reír en una reunión de amigos, ¡imagina la vida sin que existiera el
lenguaje!, estamos tan inmersos en el correr del diario vivir, obligaciones y
compromisos que jamás nos hemos puesto a pensar en lo que sería si no
pudiéramos comunicarnos a través del lenguaje.
Si bien hay nuevos medios de comunicación ninguno podrá remplazar la magia que tienen las palabras a la hora de conectarnos con lo demás, de llevar nuestra imaginación a lugares insospechados o de generarnos sentimientos que nos dejan sin dormir toda la noche.