domingo, 8 de marzo de 2020

La mujer es la cocreadora del cambio

Mujeres sin tiempo para caminar bajo la noche de brisa fresca después de una oleada de calor, mujeres con agendas interminables que conectan la noche y la madrugada dejando a su paso ojeras que los polvos compactos no alcanzan a tapar, mujeres que pierden su mirada en el horizonte frente al computador como pidiendo una respuesta a su situación matrimonial pues no se sienten con el valor de comenzar de nuevo, mujeres que deslumbradas por el encanto de la novedad y la seducción de un buen observador se culpan a sí mismas por ser desleales a su palabra, mujeres que sumidas en el llanto sienten que sus años se han ido con el caudal de la vida y se ha llevado entre sus piedras la poca autoestima que las impulsa a vivir, mujeres que entregaron la última gota de su juventud y maldicen el momento en que otra arrancó de tajo lo que creían que era su destino, mujeres que se echaron al hombro cargas familiares porque no habían otros de su linaje que se hicieran cargo y hoy su cuerpo les grita que no es posible seguir así, mujeres que olvidaron sonreír y se dijeron a sí mismas que vivirían sin el amor por evitar sufrir de nuevo, mujeres independientes financieramente, autónomas y determinadas que languidecen en soledad al caer la noche…y podría seguir, más no es mi intención solo describir la situación que hoy por hoy está viviendo el ser más maravilloso, creativo, compasivo y fuerte que el universo, el Padre, la fuente, como tú la llames, creó para hacer la diferencia en esta tierra.


Las mujeres hemos caído en lo que el maestro Miguel Ruiz en su libro “Los Cuatro Acuerdos” menciona como el Mitote, el sueño colectivo, que viéndolo desde la perspectiva actual de lo que hoy es nuestra sociedad sería más bien una pesadilla colectiva femenina.

Las mujeres han llegado a soportar cuál cantidad de cargas, a reprimir emociones y ocultar miedos por sostener una valentía que nació con ella misma, por aparentar una fortaleza que es parte de sus valores y por intentar ganar un espacio a través de la dura competencia con el hombre y con otras mujeres por obtener un reconocimiento que ya está dado por su naturaleza.

La mujer ha perdido la consciencia de quién es en realidad y nadie tiene el derecho a juzgarla por ello, es apenas natural que haya sido su reacción después de ser durante muchas décadas, incluso milenios, abusada, maltratada, ignorada y menospreciada. Sin embargo, el proceso no se dio como debía, o como dicen los abogados, no era el deber ser.

En su lucha por alcanzar independencia, reconocimiento, fuerza y libertad trajo a su existencia más responsabilidades y cargas que hoy le pesan y con razón. No siendo suficiente, decidió que ella podía cumplir más actividades de las que vino a cumplir y dejó de asumir el rol de Mujer en las relaciones afectivas, ahora se siente dividida en su interior pues no ha recogido los frutos de lo que trabajó desde su infancia.

Hoy tenemos una mujer más independiente financieramente, determinada a realizar grandes retos, con responsabilidades enormes, pero sumamente sola afectivamente, cansada, agotada y desilusionada. ¡Despierten mujeres maravillosas! La mujer conectada con su esencia femenina puede lograr lo que hasta hoy ha conseguido y ser y sentirse amada, protegida, apoyada, valorada y reconocida por un maravilloso hombre (si es lo que anhela su alma) sin pretender controlar ni ser autosuficiente… la armonía de las relaciones está en que cada uno asuma su rol esencial para complementarse, no para competirse ni subyugarse.

Mujer, has comprado paradigmas que tienen en su raíz resentimientos, odios, decepciones, frustraciones de muchos años atrás. Hoy es tu oportunidad de ser quien tú eres y vivir la existencia que sueñas para ti, conectando de nuevo con tu Ser Interno, desmonta los paradigmas de la pesadilla colectiva que fue vendida a la mujer, que inconscientemente, instaló en su mente para hoy tener en esta fecha solo una invitación a comer, una rosa y un regalo, pero que mañana la vida continúa mostrándole una realidad de esfuerzo y soledad que no merece. Despierta tu ser interno y brilla desde tu esencia, hay muchos caminos que explorar desde el fluir de ese encantador e inigualable ser que eres y cumple con tu misión cocreadora desde el ser feliz y brillar para otros.

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