El temor a ser
diferente, a expresar lo que sientes, a escribir lo que piensas, a actuar como
anhelas, está consumiéndonos lentamente para finalmente, la vida enseñarnos que
debemos volver al origen de lo que somos, de quienes somos, almas que vinieron
a aprender a expresar su luz en plenitud, al igual que sus deseos y su
potencial y que tristemente por sus miedos infundados, aprendidos, instalados
consciente y la mayoría inconscientemente, se han alejado de su propia esencia.
Hoy la minoría de esta maravillosa pero desconocida humanidad son seres originales y tienen el valor y la osadía de mostrarse como son mientras la mayoría le juzga, le reprocha, le reclama no adherirse a las tendencias socio culturales actuales. Es esta situación una de las más grandes manzanas de la discordia en nuestra sociedad, no aceptamos la diferencia y aunque anhelamos liberarnos de los grilletes del qué dirán, del juicio y la mirada de desprecio de muchos, el temor supera nuestro deseo de retornar a nuestro origen.
Y... ¿qué tal si abres los ojos hacia adentro de ti? ¿Qué tal si dejas de temerle a personas que están llenas de miedo y simplemente te dejas llevar por la fiereza de tu alma que sin descanso lucha por ser escuchada y atendida? Atrévete a ser tú mismo, atrévete a ser, hacer, decir y pensar cómo en realidad lo sientes, lo vives y fluye para saber a dónde te lleva la marea del océano de tu alma.
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