
Estos niños
y jóvenes hoy por hoy son más intolerantes a la violencia, al sometimiento sin una clara
explicación, se les hace difícil ajustarse a un medio hostil, ellos cuestionan constantemente
los actos de sus adultos exigiendo argumentos que vayan más allá de un simple, porque
“soy tu padre” o “así debe ser”, son niños que requieren mayor atención a quiénes son en Esencia, por lo que son, seres diferentes.
Estos
jóvenes no quieren ser manipulados, no comprenden los actos egoístas, son
extremadamente sensibles y les afecta el ruido tanto como el caos y el
conflicto. Su manera de expresar su rechazo frente a estas actitudes, es a
través de la rebeldía, el silencio, o creando su propio mundo, es una especie de micro autismo y este comportamiento incomprensible para muchos padres los está llevando a buscar herramientas
y ayudas no convencionales para comprenderlos o para otros padres, equivocadamente, buscar ajustarlos al sistema, ya obsoleto, de la obediencia para así ejercer mayor control sobre ellos.
Es
aquí donde estos maravillosos seres vienen con un nivel de consciencia mayor, nos están enseñando a que debemos evolucionar, aprender, desaprender y desmontar paradigmas y creencias que ya no son efectivos a la hora de educarlos para la construcción de una sociedad sostenible y fundamentada en principios y valores de respeto, equidad y amor.
Así que dejemos de verlos como niños problema, te invito a reflexionar, pues son Maestros que vinieron a exigirte más de ti mismo, te están guiando para que puedas abrir tu mente y juntos caminar hacia adelante.
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